Seleccionar página

Hay quien le gustaría datar el origen de la tortilla de patata allá por la Edad Media, pero la patata no llega a Europa hasta que la traen los primeros españoles de América.

Como recuerda Francisco Abada Alegría en un artículo en Heraldo de Aragón, Cómo se implantó la patata en Aragón, «introducida en la primera mitad del siglo XVI, va tomando fuerza como alimento primero en Francia y el Reino Unido, después en Alemania, Italia y España a partir del siglo XVII y por fin se generaliza a partir del primer tercio del siglo XIX.

Respecto a Aragón, «en nuestra tierra, los Amigos del País, en estrecho contacto con sus colegas gallegos, logran introducirla hacia 1780 en la zona de Benabarre, Graus, La Puebla de Fantova, Arén, Villanova y Villafranca de Benasque, tierras húmedas y relativamente ácidas, óptimas para el cultivo. Jordán de Asso da noticia de la presencia en estas zonas del tubérculo, que denomina triunfa, en 1789, pero su propio testimonio demuestra la escasez del cultivo, ya que no lo menciona en otros lugares de Aragón y además, cuando da las producciones agrarias del partido de Benabarre, ni siquiera cita la patata, evidenciando su escaso peso productivo».

 

Cultivo de patatas en Chía. Archivo Gastro Aragón,

Pero no terminaba de convencer a nuestros antepasados, hasta que «por fin, el hambre consecuente a la Guerra de la Independencia hace que el Gobierno nacional promulgue en 1817 una Real Orden, urgiendo a los gobiernos locales y regionales a promover el cultivo de la patata, que a partir de entonces se expansiona por todo el territorio nacional incluido Aragón. A pesar de ello, el ilustre oscense D. Francisco Codera y Zaidín, arabista sobresaliente y divulgador agronómico, insiste en un opúsculo divulgativo sobre la utilidad y beneficios de la mayor difusión del cultivo de la patata. La tozudez de la evidencia y las necesidades de la población, acabaron por implantar de forma sólida el cultivo y consumo en nuestra tierra».

Poco más de doscientos años comiendo patatas.