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Si, como comentábamos en nuestra anterior entrada, el huevo ha sido largamente vilipendiado, la patata no ha sido mucho mejor tratada. Se la ha acusado de engordar y de ser una comida “de pobres”, entre otras cosas.

Es cierto que su valor calórico (88 Kcal por 100 gramos) es superior al de otros vegetales, pero también es un alimento muy rico en carbohidratos, debido a que posee alrededor de 20 gramos de este nutriente por cada 100 gramos. Por otro lado, el 75% del contenido de la patata es agua y presenta un alto contenido en potasio y vitamina C con fuerte acción antioxidante.

Por otra parte, históricamente sí que ha sido un alimento de pobres, lo que la ha convertido en el salvavidas de grandes porcentajes de la población en tiempos de hambre. Históricamente la patata ha alimentado hombres y, por el mismo precio, animales, desde su extensión como cultivo común en el siglo XVII. Actualmente es el cuarto cultivo alimentario más grande en el mundo después del arroz, el trigo y el maíz.

Y, en lo que se refiere a la salud, las patatas ofrece múltiples beneficios:

  • Te ayudan a bajar de peso, únicamente hay que prestar atención en su elaboración y acompañantes alimenticios altos en azúcares y grasas saturadas. Una patata correctamente cocida te ofrece tan solo 26 kcal, además de ayudar a sentirte más saciado y durante más tiempo, por su bajo índice glucémico.
  • Alivian el estrés, por ser ricas en vitamina B6, una sustancia necesaria para la renovación celular, un sistema nervioso saludable y un estado de ánimo equilibrado. Además, produce la hormona GABA (ácido gamma-aminobutírico), que te ayudará a reducir el estrés y relajarte.
  • Disminuyen la inflamación. Si sufres de inflamación interna, la digestión de una patata al horno es fácil y suave, por lo que alivia la irritación, mientras que si sufres de inflamación externa, sólo tienes que frotar una patata cruda en la zona  afectada.
  • Mejoran las funciones cerebrales por su alto contenido en cobre y hierro.

  • Alivian los cálculos renales. Los niveles de ácido úrico en la sangre son el principal factor de los cálculos renales, para prevenirlos hay que ingerir la cáscara de la patata, por su fuente de nutrientes como cobre, manganeso, potasio y vitaminas B.

  • Ayudan al sistema inmunológico.
  • Ayudan a mantener tu intestino saludable por ser rico en fibra.

 

Como podéis ver las patatas son un alimento muy versátil, sano, económico y con muchos beneficios. Por eso, para sacarle el máximo partido la mejor forma de consumirlas es cocinarlas al vapor, al horno, hervidas, a la parrilla o grilladas y en lo posible comer también su piel. Y ni que decir tiene que su forma más deliciosa de preparación es la tortilla.