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Les hemos preguntado a los amigos de Patatas Gómez cuáles son las mejores variedades de patata para preparar una deliciosa tortillita, aquí os presentamos su sabia respuesta:

La tortilla de patata es uno de los platos más personales que existen. No hay dos personas que la preparen igual. Son muchos los factores que influyen y, entre ellos, saber elegir bien la materia prima es fundamental. Desde Patatas Gómez, empresa de patatas de referenciaen Aragón, aseguran que una de las claves está en la variedad elegida.

Una apuesta segura es usar patatas muy versátiles como la Monalisa o la Liberta, perfectas para todo tipo de usos culinarios. Son patatas especiales para freír, que absorben poco aceite durante la fritura y garantizan un buen resultado. Otra de sus ventajas es la piel final y lisa, de color amarillo, fácil de pelar; una cualidad que hay que tener en cuenta, sobre todo, cuando la tortilla es para unos cuantos pinchos.

Eso sí, como uno de los trucos para hacer tortillas está en la cocción lenta, muchos cocinillas prefieren emplear otras variedades, como la Rudolph. Su carne es blanca pero por fuera es de color rojo. También es muy versátil y de fácil pelado. Normalmente se emplea para guisos porque absorbe muy bien los sabores y esa es su principal aportación para las tortillas, sobre todo, si se decide añadir otros ingredientes.

Una vez elegida la variedad de patata, hay que decidirse por un corte. Muchos optan por rodajas finas, incluso lascas que se confiten en un aceite no muy caliente. Otros prefieren taquitos. No hay corte mejor si se tiene buena mano con la sartén y los tiempos. Lo mismo ocurre con el resto de factores, si se añade cebolla o no, si se cuaja o no el huevo… todos los detalles conforman esa tortilla tan personal e inimitable.