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Como ya sabemos, para hacer una tortilla de patata necesitamos muy pocos ingredientes y una elaboración muy simple. Ya hemos explicado cuáles son las variedades de los ingredientes que podemos encontrar en el mercado, sus diferencias y por cuál decantarse según las calidades. Pero el reto final lo encontramos en la elaboración y cuando queremos que el resultado sea una tortilla de patata perfecta.

Vale, de entrada está claro que lo de “la tortilla perfecta” va en gustos y los gustos son subjetivos, pues hay a quienes les gusta sin cebolla, con cebolla, con trozos más pequeños, más grandes, muy cuajada, menos cuajada… y luego están otros factores, directamente emocionales, porque todos sabemos que la tortilla perfecta es la de tu madre.

Aún así, vamos a arriesgarnos a daros algunas instrucciones para alcanzar el mayor grado de perfección posible:

  1. En primer lugar, tenemos que pelar y cortar la patata, hay personas que prefieren  hacerlo en dados, otros en rodajas finas; lo cierto es que la forma del corte es a gusto del consumidor, pero es importante que todos tengan un tamaño parecido para que tarden el mismo tiempo en cocinarse.
  2. El siguiente paso, es opcional, si eres de los que le gusta la tortilla con cebolla, este es el momento de pelarla y picarla. En serio, esto es cuestión de gusto únicamente, la cebolla aporta un cierto sabor, ligeramente dulce, y un toque especial a la textura, dependiendo también del punto que se le de, te tiene que gustar la aportación, si no, prescinde de ella. Pero si la usas, la cebolla debe cortarse muy pequeñita y cocinarse con la patata hasta que se quede blandita.
  3. A la hora de freír los ingredientes, es importante que sea en abundante aceite y que esté bien caliente. Aquí también hay opiniones, la patata de la tortilla se cocina en un punto intermedio entre la fritura y la cocción, de lo acertado de ese punto depende gran parte del resultado en la textura y el corte, y, por supuesto, el sabor. La cebolla la añadiremos cuando a las patatas les queden unos pocos minutos, de este modo evitamos que se pase.
  4. Para aprovechar el tiempo, mientras se fríen las patatas, podemos ir batiendo los huevos con una pizca de sal. En este punto, como dice el dicho cada maestrillo tiene su librillo: hay quienes baten por separado las claras y las yemas, otros le echan un chorrito de leche fría, hay personas que recurren a una cucharadita de levadura… Lo cierto es que hay muchos trucos, y todos cumplen con el resultado.
  5. Cuando ya tengamos hechas las patatas y la cebolla, un paso importante es escurrir bien el exceso de aceite, para que no nos quede demasiado aceitosa, y mezclarlo junto con los huevos. El huevo debe cubrir la cebolla y la patata, además es recomendable dejar reposar la mezcla unos 10 minutos para que la patata se empape y coja consistencia.
  6. Ponemos en el fuego una sartén antiadherente con poquito de aceite virgen extra y esperamos a que se caliente para echar la mezcla. LLega el momento de tomar una decisión importante, si queremos la tortilla poco hecha  o  bien cuajada ya que depende de las veces que tenemos que mover la mezcla antes de dejar que se haga la base.
  7. Ese temido momento, darle la vuelta… Sólo necesitas un buen giro de muñeca, con rapidez y seguridad con un plato más grande que la sartén para no tener problemas. Y a esperar a que se cuaje por el otro lado.
  8. Servimos en un plato limpio y ¡LISTA PARA DEGUSTAR!

Como hemos dicho anteriormente, cada uno tiene sus trucos y secretos para elaborar la tortilla de patata. Si os funcionan seguir utilizándolos y hacérnoslo saber en comentarios; a todos nos gusta probar diferentes formas de hacer la tortilla de patata y poder encontrar una mejor que la anterior.